Uno de los sueños de muchos es tener una casa propio y no me refiero únicamente a comprarla, sino también a tener ese lugar con características únicas, esas que siempre hemos tenido en mente, fue así como decidí construir mi casa en lugar de comprar alguna que ya estuviera lista para habitar, no te voy a mentir, tiene su complicación el tomar esta aventura, ya que implica tiempo, dinero, esfuerzo y mucha, pero mucha paciencia, sobre todo cuando no tienes todo el capital para terminar la obra en un lapso más corto.
Todo empezó buscando alguien que pudiera aterrizar la idea que yo tenía en mente, por supuesto tenía imágenes bajadas de internet, bocetos con mis pocas habilidades artísticas y sinfín de recortes de revistas, así es, a la vieja usanza, había imágenes que no estaban en digital que eran esenciales para expresar mi idea. Así me recomendaron un arquitecto con quien hice clic desde un principio, me hizo varias propuestas con base en la información que le di hasta que me decidí por una, era tal cual lo había imaginado. Ahora sí venía lo bueno.
Mi arquitecto me dijo que él podía fungir como Director Responsable de Obra, no sabía de qué hablaba, pero me explicó que era necesario para la edificación, también me habló que se requería tramitar diferentes licencias de construcción, entre el dinero, comprar el material y otras cosas pensé, cómo lidiar con tantos pendientes, claro, no olvidemos que además tenía un horario laboral.
El arquitecto al ver mi estrés me compartió los datos de CIDUR y así fue como llegué, me platicó que ellos podrían ayudarme con todas las licencias de construcción que la autoridad solicita para cumplir con los lineamientos de las obras como la edificación de mi casa. Desde un principio me sentí en confianza, pues, aunque ellos se encargarían de todos los trámites me explicaron detalladamente los procesos, por ello aprendí que lo primero que se debe tramitar es un permiso de construcción para el cual se solicitan varios documentos, así como un pago, pero antes de todo esto, se cercioraron que el lugar en el que iba a construir fuera regular, es decir, que no estuviera catalogado como patrimonio mundial, reservar ecológica o federal.
Entre todo lo que aprendí está que las licencias de construcción garantizan la seguridad, habitabilidad, calidad, higiene, funcionalidad, sustentabilidad e integración al contexto e imagen urbana, vaya que es importante tramitarlas, así que me quedé más tranquilo de su porqué, sobre todo porque no tendría que preocuparme por realizar el proceso, ellos hicieron todo por mí.
Más allá de las licencias de construcción, están otros factores que son esenciales para la construcción de la casa de tus sueños, si bien se requiere de mucho esfuerzo bien vale la pena la espera, la inversión y recurrir a especialistas para que te ayuden en lo que son expertos, desde el arquitecto, los decoradores, hasta la gestoría de licencias. No lo niego, es complicado, pero lo volvería a hacer por la satisfacción de tener un lugar a mi gusto.